APOSTANDO
Cada día apuesto por mis alumnos. Apuesto por cada uno de ellos, muchos son rechazados por otros grupos por su forma de pensar, por su forma de ver “la vida”, pero yo deseo apostar por ellos, les intento ofrecer un amplio repertorio de oportunidades para que que se desarrollen. Con paciencia les reitero las instrucciones básicas para que puedan progresar por sí mismos. Por muchos de ellos nadie quiso apostar, simplemente los rechazaron y hoy se han convertido en seres humanos increíbles, en “maestros” de la vida mediante las artes marciales. Si eres instructor, ¿has pensado, que “en realidad” eres alguien que debe apostar sin miedo por los demás y ofrecerles oportunidades según tus propias posibilidades?
En una situación de peligro, hay varios factores bioquímicos que actúan para hacer que salgas corriendo para evitarla, o bien te quedes paralizado sin poder moverte o bien la afrontes. Existe otra situación que te produce lo mismo, la envidia. ¿Pero qué es la envidia? Es simplemente querer algo que tienen otros. He revisado algunos proverbios sobre la envidia que comparto con ustedes:
La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
La envidia es una declaración de inferioridad.
Napoleón I (1769-1821) Napoleón Bonaparte. Emperador francés.
¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.
La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
Diógenes Laercio (S. III AC-?) Historiador griego.
Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.
La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo y escritor español.
Si observan la envidia es una enfermedad que aparece desde que el ser humano existe, que hace a la persona que la siente continuadamente infeliz, desdichada y amargada. Además está desconcentrada de su propia realidad y su propio ser para estar toda su vida centrada en lo que los demás obtienen y que a ella le gustaría tener. Lo ideal sería que si deseas algo y es objetivamente alcanzable te pongas a trabajar para conseguirlo, aun así para conseguirlo no es necesario “abatir” a los que ya lo poseen, porque ellos lo habrán conseguido con sus propios esfuerzos más bien podrías pedirles ideas de cómo hacerlo y aprovechar su propia experiencia.
Para abreviar, ¿qué es una persona envidiosa? es una persona que desea tener sin esfuerzo ni sacrificio lo “bueno“ que otros tienen, generalmente, conseguido con esfuerzo y mucho sacrificio. Y pregunto ¿si quieren lo “bueno” que tienen otros, también querrán “lo no tan bueno”?
Mi decálogo EN ESTE JUSTO MOMENTO es:
1. No pierdas el tiempo deseando lo que otros tienen. Si deseas algo empieza soñando que es una realidad y seguidamente empieza a trabajar por ello, asociándote con las fuerzas del Universo y evitando que el fin justifique los medios.
2. No pierdas tu maravilloso tiempo con polémicas ni superficiales ni profundas. El concepto “polémica”, que tiene su origen en la lengua griega, está vinculado a los ardides que se utilizan para defender u ofender una postura. La mayoría del tiempo éstas no tienen sentido y lo peor de todo no te dejan avanzar.
3. Evita convertirte en fanático de ti mismo, de tus propias ideas, de tus propios conceptos, de tus propias técnicas.
4. Ayuda todo lo que puedas según tus posibilidades y no esperes nada a cambio. Si esperas algo a cambio te frustrarás.
5. Construye más que destruye. Pero si tienes que destruir procura dejar espacio para luego volver a construir.
6. Da lo máximo de ti mismo. No importa si estás en el tatami, en el coche, sentado, acostado, siempre puedes hacer algo en beneficio de los demás.
7. Para y ralentiza cuando lo necesites, pero como parte del movimiento integrado, no como un hecho aislado. No te mantengas mucho tiempo en esta misma posición. Mantenerse mucho tiempo en la misma posición posee muchos riesgos adjuntos.
8. Haz lo que puedas por ti mismo y en caso de que no puedas solicita ayuda, pero no te hagas expectativas.
9. Vive cada momento al máximo, alinéate con personas con iniciativas atractivas y positivas. Hay muchas cosas que hacer, hay muchas organizaciones de personas necesitadas y enfermas que necesitan voluntarios.
10. Ama profundamente a cada ser.
Un fuerte abrazo, yo por mi parte seguiré apostando.
Pedro Fleitas
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