domingo, 23 de octubre de 2011

LAS TRANSFORMACIONES

LAS TRANSFORMACIONES

En el Shôninki, escrito por Natori Masazumi en el Siglo XVII, escribe: “… existe el principio que afirma que todo está sometido a cambios y transformaciones incesantes. La esencia de este principio no puedo aprehenderse a través del estudio. Es importante conocer los países, los lugares y los sentimientos de los habitantes. “
Hoy he llegado nuevamente al punto desde donde partí hace una semana. A ese punto inocente en donde todo existe y lo más sinceros sentimientos se acoplan a las finas paredes del alma.
Un país, con unos 7.000.000 de habitantes, Israel. Después de viajar, durante todo el día, mi amigo Moti me esperaba en el Aeropuerto de Tel Aviv. Moti es un ser humano especial, parsimonioso, equilibrado, sereno y con unos sentimientos siempre frescos y clarificadores. Actualmente enseña artes marciales Bujinkan en su dojo en Israel, también en otros países donde le demandan que comparta su experiencia. Justo al lado, por no decir, en la misma línea enseña el método Feldenkrais. Pero, ¿qué es el Feldenkrais? El Método Feldenkrais permite adquirir una organización personal para actuar con el mínimo esfuerzo y la máxima eficiencia.
Su pedagogía utiliza el movimiento corporal para abordar la totalidad de la persona como un ser sensorial, emocional e intelectual en relación con su medio ambiente. Propone moverse con el menor esfuerzo y observando las relaciones que se establecen entre las distintas partes del cuerpo. Al dirigir la atención hacia lo que sucede mientras se mueve, la persona aprende sobre sí misma a través de la experiencia; desarrolla su "autoconciencia".
Fue desarrollado por el Dr. Moshe Feldenkrais (1904-1984), físico y artista marcial, quien a través de su experiencia y de la aplicación de sus conocimientos científicos exploró las relaciones existentes entre la manera de moverse, de sentir, de pensar y de actuar de los seres humanos.
Llegué al Hotel, me apetecía descansar con tranquilidad para poder disfrutar con plenitud sensorial al día siguiente. Y así fue, el primer rayo de sol entró, bastante temprano, en mi habitación saludándome con gentileza. Me sentí arrastrado hacia la ventana; más bien tomé consciencia de mi nueva realidad, estaba en Tel Aviv.
Tel-Aviv fue fundada en 1909 y se desarrolló, a imagen y semejanza de una ciudad metropolitana, en tiempos del mandato británico en Palestina. La llamada Ciudad Blanca se construyó desde principios del decenio de 1930 hasta 1948, con arreglo al trazado diseñado por Sir Patrick Geddes que estaba basado en los principios del urbanismo orgánico moderno. Los edificios fueron diseñados por arquitectos formados en Europa, donde ya habían ejercido su profesión antes de emigrar a Israel. En un contexto cultural nuevo, realizaron un conjunto excepcional de edificios muy representativo del movimiento. Su arquitectura Bauhaus, declarada por la UNESCO Patrimonio Mundial, le ha valido el calificativo de la “Ciudad Blanca".

Como escribió Natori Masazumi, “para entender la esencia de la transformación es importante conocer países, lugares y los sentimientos de los habitantes”, así es como empezé este escrito. Por un lado me siento privilegiado y por otro lado siento que no he desaprovechado la oportunidad que me ha dado la vida de poder viajar a otros países y estar interesado por los sentimientos de los demás seres. Aún cuando muchos me preguntan si he visitado lugares turísticos de los países a donde viajo, todavía y aún hoy lo más importante sigue siendo, sin lugar a dudas, esos instantes emblemáticos de compartir unos minutos tomando un té, caminar juntos por la gran ciudad ó por la arena de la playa o en el coche durante el traslado desde el hotel al lugar del entrenamiento cada día. Esos son “Golden minutes”, minutos de oros, llenos de enseñanzas y profundidad, donde las almas se comunican sin trazar fronteras.
La Bujinkan en Israel se implantó hace más de 30 años. El nivel de sus profesores es elevadísimo, la consciencia del Arte del Dr. Masaaki Hatsumi está pulida en su piel. Hay profesores de muy alto nivel y estudiantes con un elevado nivel de interés, quizás también, promovido por las condiciones especiales de este país.
Hace algún tiempo el Shihan Moti Nativ me invitó a impartir este seminario-Taikai- tan especial, con él. Me pidió que lo acompañara en este proyecto de cambio. Desde el año 1992 que mi Maestro, Hatsumi Sensei visitó Israel, no se había realizado ningún evento de estas características, por lo cual la carga emocional era muy poderosa.
Se dice que hay siete estados emocionales inherentes al corazón de todos los seres humanos:
  1. Alegría
  2. Cólera
  3. Tristeza
  4. Placer
  5. Amor
  6. Odio
  7. Deseo


Éstas se modifican paralelamente al envejecer, dependiendo en cada individuo de las circunstancias de su vida. Estos siete estados emocionales están sometidos al principio de la impermanencia.

El Taikai fue organizado de una manera magistral por el equipo de alumnos de Moti. El lugar de entrenamiento maravilloso, los horarios adecuados pero sobre todo predominó una sensación en mí, y esa sensación  fue el amor y el cariño con el que me trataron. Realmente, todavía, me emociono cuando me vienen las memorias. Me hicieron sentir uno más de ellos, respetando mis espacios y mi idiosincrasia. Los tres días de entrenamientos pasaron rápidos. El primer día reunió a todos los instructores más antiguos de la Bujinkan en el país además participó el Maestro Rony Kluger, de Goju Ryu Karate que gentilmente se unió al evento apoyando el proyecto.

Moti estaba emocionado y me atrevo a decir, que, incluso algo nervioso; lógicamente con sentido, dada la importancia del momento y como dije anteriormente la carga emocional tan poderosa que había en el ambiente. Después de la presentación de Moti empezamos el entrenamiento. Combinamos Takagi Yoshin Ryu con el Kihon Happo, el movimiento in-finito con el –finito.

Tres días de entrenamiento de taijutsu, hanbojutsu, tantojutsu y bojutsu. Fantásticos. Aun siendo uno de los profesores, afirmo con rotundidad que aprendí muchísimo de cada uno de los participantes. En la presentación, antes de realizar la primera técnica, también afirmé, que no me encontraba allí en calidad de instructor de la Bujinkan Dojo sino en calidad de estudiante del Dr. Masaaki Hatsumi. Había viajado a Israel para aprender y no para enseñar.

Fue muy grato también encontrarme al Capitán Orgaz, que está en Misión de Paz, con el Ejército Español destinado en el Líbano y desde donde se trasladó para asistir a los entrenamientos. Tuve, además, el honor de conocer a algunos de los soldados españoles de su equipo.

Muchas memorias vienen a mí en estos momentos. Es la misma sensación que cuando deseas mostrar tu gratitud a muchas personas mencionándolas personalmente en público pero temes que alguien se te quede atrás. Esa es la sensación que tengo ahora, quiero mostrar mi gratitud hacia cada uno de ellos pero temo que alguien se quede atrás, asumo el riesgo: gracias a Moti, a su esposa y a sus alumnos por su invitación y amor. A todos los instructores que apoyaron el evento con su presencia, a todos los estudiantes por su sacrificio y por su sonrisa aun cuando la palabra “itai” fuera resonando más densamente durante el progreso del evento; a quien me hicieron de guía en la visita a Jerusalén, dándome detalles históricos que desconocía, dejándome ver “el sentir” de todas las partes, ofreciéndome la oportunidad de tocar y sentir el muro de las lamentaciones; de compartir sonrisas juntos. A los amigos de Finlandia Jukka y Katrina por compartir el camino en Jerusalén durante unas horas, a Lauri, también de Finlandia, por compartir unos momentos de sosiego y tranquilidad frente al mar, charlas y buenas comidas.


Muchas gracias. Nos vemos en el futuro.
Pedro Fleitas, estudiante del Dr. Masaaki Hatsumi

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