CUANDO ENCONTRÉ A TAKAMATSU SENSEI
Por Masaaki Hatsumi, Bujinkan Soke
1ª PARTE
Cuando me encontré con Takamatsu Sensei por primera vez, el Maestro tenía 70 años y yo tenía 27 años. Creo que ese primer encuentro fue en primavera. Todavía tengo el recuerdo de ese momento en todo mi cuerpo. ¿Cuántos años tengo ahora?
Es el año del conejo y tengo 69 años. Soy viejo y por esta razón últimamente oigo muchísimo la enseñanza del maestro y la canción del principio de las artes marciales. A consecuencia de la edad tengo la espalda encorvada, veo mal, no oigo bien y ya no pienso en nada. El Maestro me dijo: “si sigues siendo un insecto agarrado a la cola de un caballo, puedes ir muy lejos con el caballo “. En el año del caballo me regaló una pintura con nueve caballos saliendo de una calabaza. Representa un proverbio que dice: “nos ha ocurrido algo inesperado “. Pensándolo bien ceo que lo que quería decir es que ocurren cosas imprevistas aunque puedan ser imposibles en el mundo razonable. El Maestro enseñó a una gran cantidad de alumnos, perola enseñanza de “ser como un insecto y agarrar la cola del caballo “, me imagino que no había muchos alumnos que tuvieran el conocimiento fundamental para lograrlo.
Creo que el Maestro tuvo que sufrir mucho por los encuentros que tuvo con gente embriagada de pasiones y deseos. Antes de entrenar me entregó un libro, como si él ya supiera lo que yo realmente necesitaba. En ese libro hay una enseñanza que dice: “haz de la sinceridad tu imagen principal “.
El espíritu de todos de ser la sinceridad. El cuerpo se encuentra bajo el control de ese espíritu y todos sus movimientos son dirigidos por él. Hay un orden misterioso que se denomina espíritu habitado. La religión es la relación entre el ser humano y Dios. Con sinceridad se puede tener relación con Dios, porque el paraíso y el infierno están en el cuerpo de uno mismo. Uno puede convertirse en demonio o Dios. Esta es la razón por la que, antes de denominarse Bujinkan Dôjô, existió un tiempo en el que se comenzaba el entrenamiento bajo la denominación de “ninpô”. En eso consiste la sinceridad y no existe nada que la supere. Por lo tanto, pase lo que pase, he venido pensando que la sinceridad es lo más importante. No soy un genio ni un virtuoso, sólo he llevado la vida como mi Maestro me aconsejó.
Creo que existe una edad crítica. Cuando tenía 42 años, es decir, la edad pésima de los hombres Takamatsu Sensei falleció. Cuando Takamatsu sensei tenía 19 años, su maestro Ishitani Sensei falleció y el maestro Takamatsu escribió algunas memorias de aquel momento: “Cuando Jutaro tenía 19 años, su maestro Ishitani sensei le dijo una noche: “no me siento bien “y le entregó un libro diciéndole: “aquí está todo escrito sobre el budô. Léelo. Ya no me queda nada que enseñarte. En este mundo no existe ningún budôka que te supere “, a lo cual Takamatsu Sensei contestó: “No es cierto, yo no soy nadie. Todavía tengo muchas cosas que aprender en el futuro”.
Mientras estaban charlando, el maestro Ishitani se cayó, al mismo tiempo que lanzó un gemido. A pesar de que Takamatsu se dirigió a él gritando “Maestro, maestro “ Ishitani sensei no contestó. Llamó al médico, pero cuando éste llegó, el Maestro ya había fallecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario